Sunday, April 22, 2012

Vértigo.

Muy seguido me pregunto el por qué de las cosas que hago, que vivo. Algunas veces, unas inconscientemente y otras conscientemente, no encuentro respuestas o las que encuentro son vacías. Esto me provoca  una sensación de que nada tiene sentido. Porque, claro, soy tan exagerada que si una cosa no tiene sentido entonces nada lo tiene. Y es feo estar parada en este lugar, que en mi imaginación es como un precipicio; no hay salida. Eventualmente se me pasa, pero solamente porque elijo ignorarlo y seguir con la vida; no porque no esté ahí, al borde de mis zapatos cada vez que tropiezo.

Esta sensación que tengo me resulta normal, para nada trágica, pero puede paralizarme, y limitarme.

En el momento en que esta fantasía se vuelve real,
es cuando siento que nada es real,
todo es mentira y en nada puedo confiar.
Pero la vida es aprender a jugar.

1 verdades:

Matias M. Roude said...

Por eso los viajes son importantes (y no digo vacaciones, ojo). Cuando tenes un momento para ver como el mundo funciona sin la gente, entonces el sin sentido que te afecta cobra significado. La realidad es el momento que existe a pesar de uno, y de los otros.

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